Mandorla o Teoría del encuentro 2017 | Carmen Araujo Arte Caracas | 2019

| OBRAS

Mandorla o teoría del encuentro es una serie de esculturas e instalaciones en la que cada vaina es un mundo y cada mundo es un contenedor que, ya abierta y laboriosamente trabajada, emite brillos y movimientos mínimos. La interacción de todas conforma una suerte de danza mínima en la que el invisible, perceptible y vital aire que nos une y contiene participa.

Mandorla es una obra lenta que posteriormente percibo en diálogo con el frenesí de Agradecimiento, obra móvil con semillas de caoba. Entre la dinámica de ambas está, como siempre, el tiempo, que cuando es sincrónico ya no es lineal sino sistémico, esto es, es un sistema complejo de afinidades en desarrollo, como una flor que resulta de lo que la vaina deja, que resulta de lo que la flor produce. Parece la sincronía el resultado de sistemas circulares (ya no lineales) vivos, que se encuentran para que surjan mundos que pueden emitir destellos dorados de Luz.

 

Este cuerpo de trabajo surge a partir de 1) cartas con mi amigo, compañero de estudios y colega Enrique Enríquez (hablábamos del lenguaje los pájaros); 2) un regalo, en perfecta sincronía, de nuestro padrino en Madrid, Salvador García, que me trajo de un viaje un montón de semillas con pelito defensivos encapsuladas herméticamente en sus vainas; 3) visitas y reflexiones en las iglesias históricas de la Comunidad de Madrid. Y es así como surgen de ese encuentro sincrónico de atenciones de amigos y atenciones a lugares las obras que conforman Mandorla o teoría del encuentro.

Del encuentro de dos círculos se forma una mandorla, forma almendrada, que puede emitir leves destellos de Luz y delicados movimientos perceptibles.