Mantos hechos a partir de mi formato (miden aproximadamente 180 x 40 cm), uno es le manto de Hestia, el fuego del hogar, con pétalos de flores cual llamas de fuego. Otro el manto de Apolo, hecho con hojas de Laurel y pétalos de Girasol, el Laurel, su atributo y señal de su saber perenne, que no caduca con el frío, el Girasol se refiere a su orientación hacia la Luz. Otro es el manto de Démeter, la cebolla, esa madre que llora por su hija raptada y otro es el Manto de Hefesto, el forjado y la Cala, la flor de los muertos que están en el submundo que es su reino. Todo apunta a la necesidad de profundizar.

Este es un texto del 2009 que los describe: Los mantos son meditaciones reflexivas a partir de imágenes mitológicas griegas. La costura es la vía para entrar en meditación. La figura mitológica es para invocar un tema. Los mantos son invocatorios, presencias. Los mantos tienen formato de persona (yo), al que esté frente a la obra, en el silencio necesario le sucede algo. Quizás se activa la reflexión y se conecte con la presencia mitológica y sobre todo con lo que ella significa.